El guanacazo de las doce

viernes, 7 de septiembre de 2007


Miles de personas salieron a la calle para protestar por las inequidades salariales y el Transantiago. Otras salieron a rayar y destrozar, mientras que un grupo más reducido aún, estuvo ahí para reprimir.
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Por Juan Villagrán


Miércoles, 29 de agosto. 11.50 de la mañana. Alameda con Paseo Ahumada, corazón de Santiago.

La gente que protesta está tranquila, es más, pareciera como si no estuviesen protestando. Lo común en este tipo de manifestaciones es que haya pancartas, papel picado y provocaciones constantes por parte de la gran masa hacia carabineros. Ahora la situación es inusual: las personas que manifiestan no lo hacen marchando, sino que se reúnen en la esquina de la Alameda con el Paseo ahumada, sin bloquear el tránsito, sino que ocupando la vereda y cantando, arengados por un pequeño hombre, de desordenado bigote y andrajosa chaqueta de mezclilla color mostaza. “A desalambrar, a desalambrar. Que la tierra es tuya, mía y de aquel…”, canta con fervor y nostalgia el hombre junto a los manifestantes, recordando a Víctor Jara, un icono permanente de estas movilizaciones, que paradójicamente es un gran gancho de ventas para los comerciantes.

Ya es mediodía y sin motivo alguno, los carabineros comienzan a amedrentar a las personas con bombas lacrimógenas y chorros de agua --de dudosa procedencia --, creando un inmediato ambiente de hostilidad. El zoológico de transportes verdes no para de dar vueltas por la Alameda, en búsqueda de crear confrontación con los manifestantes. Mediante esta estrategia instrumentalizada por parte de los carabineros (puesto que todo está manejado por el gobierno), se logra un objetivo: que salgan los clásicos infiltrados, arruinando una jornada de manifestación en orden y libre, mediante destrozos y rayados de murallas, con mensajes en contra del represor visible.

Exquisitas melodías desde Brasil

miércoles, 15 de agosto de 2007

Kiko Loureiro es uno de los mejores guitarristas del momento, al menos en la escena "metalera". Aunque a mi por lo menos, me cautivó con su trabajo como solista( recordemos que toca en ANGRA), en especial con su último álbum, Universo Inverso, donde muestra toda su versatilidad como músico al condimentar su música con ritmos arraigados a su tierra brasileña, como el bossa nova y la samba, además de su ya conocida destreza técnica, que lo hace posicionarse como uno de los mejores guitarristas del mundo.

KIKO LOUREIRO
TEMA: NO GRAVITY
ALBUM: NO GRAVITY (2005)


Nótese al Don Francisco versión brasileña xD

Publicado por Juan Villagrán S. en 20:37 0 comentarios  

La lluvia no aguanta más

miércoles, 8 de agosto de 2007


Un cartel de helados se desploma en la esquina de José Miguel Carrera con Gorbea. El viento toma fuerza, sin importar imploración alguna, ni de carteles ni de nada. La lluvia y la ventisca conforman una furiosa sinergia, en busca de molestar a todo el hoyo santiaguino, con su Río Mapocho, Zanjón de la Aguada, Plaza de Armas, Paseo Ahumada y Barrio Universitario, como arquetipos del feísmo, consumismo sin fondo, estafas, conversaciones clasistas, de comidas fecales y rostros execrables. Hasta cierto punto, la lluvia sentía pena y lástima de los santiaguinos. Todos los años el plato se repite: el paso bajo nivel de Lo Ovalle inundado, Santa Rosa con Américo Vespucio lleno de personas arriba de carritos para cruzar la calle, el periodista con el agua hasta la cintura reporteando acerca de una inundación en las casas nuevas de Alto Jahuel. Sin sesgo, es fácilmente reconocible quiénes son los que más sufren con el agua: Los pobres. Pero ya basta, la lluvia no aguanta más. Los mismos pobres se la buscaron, para qué hablar de las altas esferas de la sociedad. La lluvia no es lo suficientemente indulgente con los semblantes maquillados con estupidez, egoísmo y poca empatía. Ejemplos de talantes necios o chilenos contemporáneos-como se les quiera decir- hay muchos, basta escudriñar el rostro del 80% de los chilenos que tienen tarjetas de crédito cuando le llegan las cuentas: la cara de desagrado es total, montan en cólera, golpean la mesa y en muchos casos agreden a los otros integrantes de la familia sólo por el enojo. Claro, cuando tienen que reclamar-damos por sentado que la cuenta fue una estafa-, no lo hacen. Tienen un pánico feroz al mundo, a las relaciones sociales (¿o animales?). El joven universitario, de prototipo barbón, con pelo un tanto largo atrás, de nariz respingada como una pista de snowboard de La Parva, que por cierto visitan todos los fin de semanas, luciendo al lunes siguiente su exclusivo tostado invernal; también llora cuando le llega la cuenta de la tarjetita de plástico, pero él siempre esta ahí, estoico sin dejar de lucir su inflada y exclusiva parka, invitando a los amigos a comerse un completo gigante en José Miguel Carrera con Gorbea, lugar donde se acaba de desplomar un cartel de helados.

Publicado por Juan Villagrán S. en 17:14 3 comentarios  

Cuero de chancho

lunes, 6 de agosto de 2007


Era tarde, hace rato se enarbolaba la luna sobre la cordillera. Dentro de mi cabeza sólo convivían momentos felices que recordaba en ese instante. Tomé un novísimo “bus oruga”, que se arrastraba por las calles de Santiago en busca de pasajeros que aguanten la extraña metamorfosis que sufría el sistema de buses de la capital.

Una persona en claro estado de ebriedad se sienta a mi lado y yo tranquilo, como siempre. El torbellino de susto en mi cabeza estaría por llegar, pronto los momentos felices de mi mente se borrarían: el hombre abrió su sucio bolso y asomó un enorme cuchillo. Me lo mostró y esbozó una maldadosa sonrisa en su, hasta entonces, talante de típico hombre alcoholizado. Con soltura y alevosía, me confesó sus planes con ese cuchillo, y a la vez me relataba cómo aprendió a usarlo, primero degollando chanchos y después personas. En ese momento, aquel verdugo se aprestaba para acabar con la vida de dos personas más. ¿Sería yo? Esa pregunta me ultrajó durante un segundo que pareció ser una hora. El sudor salía por todos mis poros. Por fin el hombre lanzó una fuerte carcajada, y me dijo que yo no sería su víctima, sino que su novia con el “patas negras”. Yo no era quién para aconsejarlo, pero le di a conocer mi punto de vista, él se desahogó y terminó sollozando en mi hombro. Le dije que me tenía que bajar, un adiós fue todo y me bajé del bus.

Publicado por Juan Villagrán S. en 15:10 2 comentarios  

América y Europa

miércoles, 1 de agosto de 2007


Esta es una obra del poeta y grabador inglés William Blake (1757- 1827), llamada “América y Europa”.

Yo, como un degustador poco frecuente de la pintura, no puedo quedar indiferente ante esta obra cada vez que la observo. La explicación quizás se debe a que me hace reflexionar, más allá del común de las pinturas. Siento que me hace encontrar la belleza, esa belleza cada vez menos común en la gente, la belleza de pensar.

Cuando la miro, intento encontrarle el sentido a todas las cosas de la pintura, adentrándome en el porqué de las cosas, en su significado íntimo, en el que funciona la dinámica típica de cuando uno se cuestiona, qué rayos quiso decir este tipo (cuando encuentras el sentido dejas de llamarlo tipo, pasa a ser un genio).

Lo primero que intento relacionar es el porqué se titula “América y Europa”. Imagino que ese hombre con los músculos de su cuerpo perfectamente marcados, de tez blanca, poseedor de grandes cabellos y barba, debe representar la concepción de mundo europeo, esa que fue filosóficamente delineada en sus inicios por los griegos y que por esos días recibía las ideas de la razón como motor, representada por el iluminismo del sol.

En esos años Europa era el mundo, era lo conocido, el centro del saber, de las ideologías y de las revoluciones, cuando paralelamente América era lo desconocido y oscuro, quizás con muchas cosas fascinantes por descubrir. El mundo europeo, en ese entonces, se adueñó de América. Impuso sus armas y sus “avances” por sobre las creencias de los hombres de nuestra tierra.

Con el correr de los años, se ha implantado principalmente la hegemonía eurocentrista en la forma de ser, del hoy mal nombrado latinoamericano.
Como sociedad queremos ser como ellos (Europa), sin embargo, no podemos ser como ellos, porque aunque no queramos, nuestras raíces andinas nos pesan y nos hace recordar a cada momento lo que hoy en realidad somos, unos híbridos, una mezcla; que simplemente somos una proyección de ese de ángulo que traza el hombre europeo con su compás.
Es así como en función de esto tenemos que aceptarnos, lograr asumir nuestra verdadera identidad como sociedad, que no es ni chicha ni limoná, como diría el cantautor chileno Víctor Jara. Quizás un primer paso para buscar nuestra identidad sería que reencontremos el misticismo de aquellas estrellas en la oscuridad que envuelven la obra, esas estrellas que el europeo no puede ver, ya que está rodeado por negras nubes de ambición y salvajismo.

Publicado por Juan Villagrán S. en 20:24 2 comentarios